El oro es un metal precioso con una historia rica y variada. Aquí tienes información sobre algunos de sus tipos más conocidos:
Oro blanco
No es un tipo de oro en sí mismo, sino una aleación creada mezclando oro puro con metales blancos como paladio, plata o níquel. Tiene un brillo plateado y se usa ampliamente en joyería moderna.
Oro rosa
Esta variedad es una mezcla de oro con una mayor proporción de cobre, lo que le da un tono rosado o rojizo. Es popular en joyería de moda y aporta un aspecto distintivo a las piezas.
Oro verde
Una combinación de oro puro con plata o zinc, produciendo un tono verdoso. Es menos común en joyería, pero a veces se utiliza en diseños únicos y vanguardistas.
Cada tipo de oro tiene sus propias características y usos, lo que lo hace fascinante tanto desde el punto de vista histórico como por sus aplicaciones prácticas en la joyería y la industria.
Los quilates son una medida de pureza del oro y pueden influir en su apariencia, durabilidad y valor.
Oro de 24 quilates: es oro puro al 99.9%, lo que significa que está compuesto completamente de oro. Es suave y maleable, por lo que se utiliza principalmente en joyería de alta gama. Sin embargo, debido a su suavidad, puede ser menos práctico para joyas que se usan a diario.
Oro de 22 quilates: contiene aproximadamente un 91.7% de oro y es más resistente que el oro de 24 quilates. Se utiliza en monedas, algunos tipos de joyería y adornos.
Oro de 18 quilates: este tipo de oro contiene alrededor del 75% de oro y se mezcla con otros metales, como plata, cobre o paladio, para aumentar su resistencia. Es una opción popular para joyas de alta calidad, ya que combina durabilidad con un alto porcentaje de oro.
Oro de 14 quilates: contiene alrededor del 58.3% de oro y es más duradero que el de 18 quilates. Es una opción común para joyería que se usa diariamente, ya que es menos propenso a rayarse o deformarse.
Oro de 10 quilates: tiene aproximadamente un 41.7% de oro y se mezcla con una mayor cantidad de otros metales. Aunque es la opción más resistente, contiene menos oro puro y, por lo tanto, puede tener menos valor intrínseco.
En resumen, cuanto mayor sea el número de quilates, mayor será el porcentaje de oro puro en la pieza. Sin embargo, un mayor quilataje no siempre significa una mayor calidad para todas las aplicaciones, ya que la durabilidad y resistencia también son factores importantes a considerar.