6 de junio de 2025 | Bruselas – Nueva York – Madrid
Las señales son cada vez más visibles: la economía global se adentra en una fase crítica de desaceleración, fragmentación y desconfianza. Los indicadores adelantados del comercio internacional muestran su peor registro desde la pandemia. Mientras tanto, los bancos centrales se enfrentan a un dilema: contener la inflación o evitar una recesión sistémica.
En este entorno de incertidumbre, donde ni los bonos del Tesoro ni las grandes tecnológicas ofrecen garantías absolutas, el oro ha reaparecido como una reserva de valor irrefutable. Desde comienzos de mayo, su precio ha subido más de un 11 %, y analistas comienzan a hablar de un nuevo patrón: el retorno del oro como columna vertebral del sistema financiero no oficial.
📉 El motor global se frena: caída del comercio y estancamiento industrial
Los datos publicados esta semana por la Organización Mundial del Comercio confirman una reducción del 4,6 % interanual en los volúmenes de intercambio global. Las exportaciones chinas han caído un 9,3 % y Alemania ha entrado oficialmente en contracción industrial, con su PMI manufacturero en 44,1.
La ralentización no se limita a las fábricas. En EE. UU., el consumo interno comienza a mostrar fatiga: las ventas minoristas han registrado su segundo mes consecutivo de caída (-0,8 %). En España, los pedidos de maquinaria y equipos han bajado un 6,1 % respecto al mismo periodo de 2024, una señal de prudencia entre empresas que anticipan meses de baja demanda.
“Lo que estamos viendo es un ajuste global sincronizado. Las economías que crecieron a crédito durante años están ahora enfrentando la resaca del dinero caro”, afirmó hoy en Bloomberg TV la economista jefe de Barclays Europa, Marta Aubry.
🏦 Bancos en el punto de mira: pérdida de confianza y estrés estructural
Mientras las empresas recortan inversiones, los bancos empiezan a sentir el desgaste. En Italia y España, varias entidades medianas han solicitado líneas de liquidez extraordinaria al BCE. En paralelo, el escándalo de malos manejos contables en un gran banco sueco ha reactivado el temor a nuevos episodios como los vividos en Suiza en 2023.
La creciente tensión financiera se refleja en la represión del crédito. Según el último informe del BCE, un 48 % de los hogares europeos aseguran tener más dificultades para acceder a préstamos que hace un año. La contracción del crédito, sumada a la inflación estructural, está generando un efecto doble: menos inversión productiva y más refugio patrimonial.
💹 El oro sube por demanda real, no por especulación
A diferencia de otros momentos de repunte, esta vez la escalada del oro no está impulsada por fondos especulativos ni derivados financieros. La demanda física —especialmente en Asia y Oriente Medio— está liderando el movimiento. Según el Consejo Mundial del Oro, los bancos centrales han comprado más de 180 toneladas netas solo en el segundo trimestre, con Turquía, India y Kazajistán a la cabeza.
En paralelo, las compras minoristas se disparan. En Alemania, la venta de monedas Krugerrand y lingotes de 100 g ha crecido un 47 % desde enero. En España, cadenas especializadas en metales preciosos confirman un aumento sostenido del interés por el oro físico como alternativa de ahorro, con perfiles cada vez más jóvenes entre los compradores.
“Esto no es una moda. Estamos viendo un redireccionamiento de la confianza”, asegura Javier Godino, analista de inversión en metales para Caixa Research.
“El oro no promete rendimientos, pero sí garantiza permanencia. Y hoy, eso vale más que cualquier dividendo”.
🌍 Los gobiernos reaccionan, pero sin margen
El FMI y el BCE han llamado a una “coordinación fiscal y monetaria global urgente” para frenar el deterioro. Sin embargo, los márgenes son estrechos. Los Estados están endeudados, los bancos centrales han agotado gran parte de su artillería, y el electorado en muchas democracias se muestra reacio a nuevas políticas de austeridad o impuestos.
La idea de un “momento Lehman climático” comienza a aparecer en círculos económicos, aludiendo a un punto de quiebre sistémico donde la combinación de crisis financiera, climática y social desemboque en una reconfiguración profunda del orden económico actual.
✨ Reflexión final: cuando todo cruje, el oro permanece
En este 6 de junio de 2025, la realidad es cruda: los cimientos sobre los que descansaba la estabilidad económica internacional —el dólar, la deuda soberana, los bancos— están siendo puestos en duda. Frente a eso, el oro, silencioso, tangible y universal, vuelve a brillar no solo como inversión, sino como resguardo filosófico y material frente al caos.
Y mientras los titulares hablan de recesión, inflación y desacuerdo político, hay quienes, discretamente, ya están moviendo su riqueza a algo que no depende de promesas, algoritmos ni gobiernos.
Porque cuando todo tiembla, el oro no se mueve.