El mercado de los metales preciosos ha experimentado una notable volatilidad en las últimas semanas, con el oro recortando pérdidas tras el impacto de los aranceles impuestos por la administración Trump. La incertidumbre económica generada por estas medidas ha impulsado la demanda de activos de refugio, reforzando el papel del oro como una inversión clave en tiempos de crisis.
El oro, que había caído a mínimos recientes de 1.700 dólares por onza, ha logrado recuperarse hasta los 1.750 dólares, gracias al aumento en la demanda de inversores que buscan estabilidad ante la incertidumbre. Según analistas, si las tensiones comerciales continúan, el oro podría superar los 1.800 dólares en el corto plazo.
Los aranceles de Trump han generado preocupaciones sobre una posible desaceleración económica global. Esto ha llevado a un incremento del 15% en la compra de lingotes de oro en comparación con el año anterior, mientras que los ETFs respaldados por oro también han registrado un crecimiento significativo. La fortaleza del dólar y la política monetaria de la Reserva Federal siguen siendo factores clave en la evolución del precio del oro.
Además del oro, otros metales preciosos como la plata han mostrado un rendimiento positivo. La plata ha subido un 10% en el último mes, impulsada no solo por su papel como refugio seguro, sino también por su creciente demanda en sectores industriales y tecnológicos. Muchos inversores ven en la plata una oportunidad atractiva, ya que sigue cotizando por debajo de sus máximos históricos.
Para los inversores, la incertidumbre del mercado sugiere la necesidad de estrategias diversificadas. Algunas recomendaciones clave incluyen: diversificar la inversión en otros metales como el platino y la plata, monitorear las decisiones de la Fed y los movimientos del dólar, y considerar la inversión en ETFs y fondos de inversión en oro para una mayor liquidez y exposición al mercado.
En conclusión, el oro ha mostrado una recuperación tras la imposición de aranceles por la administración Trump, destacando su papel como refugio seguro en tiempos de incertidumbre. Con la persistente volatilidad en los mercados y el temor a una desaceleración económica, los metales preciosos seguirán siendo una opción clave para los inversores.